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Ventajas del disco SSD

SSD. Discos de estado sólido. Seguro que has oído hablar de ellos de un tiempo a esta parte, ya que han llegado para quedarse.

Pero, ¿qué ventajas ofrece un disco SSD frente a los tradicionales discos duros? ¿Merece la pena invertir en este componente? ¿No sería mejor ampliar la RAM?
Vamos a intentar responder a estas y otras preguntas.

¿Qué es un SSD?
A diferencia de los discos duros tradicionales, los discos SSD son dispositivos de almacenamiento que no disponen de partes mecánicas móviles, característica que hace que la velocidad de escritura y de lectura sea muy superior a la de los discos mecánicos. En estos últimos, hay un cabezal que se mueve por los discos que van girando a gran velocidad.

Por contra, los discos SSD emplean memorias Flash, muy similares a las que encontramos en las memorias USB y en Smartphones, pero con capacidades de almacenamiento cada vez mayores.

Ventajas del disco SSD
Antes de enumerarlas queremos que veáis este vídeo del arranque de un iMac de 27" al que le hemos instalado un disco SSD. Veréis el arranque con el disco duro tradicional y también con el disco SSD.

Precisamente el hecho de no emplear partes mecánicas es la gran ventaja de los discos SSD, ya que hace que la velocidad a la hora de escribir y de leer los datos sea muy superior.

Donde más notaremos la velocidad es en la lectura de datos. Especialmente lo notaremos si tenemos instalado el sistema operativo en un disco SSD, ya que la velocidad a la hora de arrancar el sistema será rapidísima, así como a la hora de ejecutar programas o aplicaciones, con las que la ejecución será casi instantánea.

Otra de las consecuencias de no emplear partes mecánicas es la ausencia total de ruido, ese al que tan acostumbrados estamos con los discos duros mecánicos cuando leen o escriben.
También el consumo de energía es muy inferior al de los discos duros, que en el caso de los ordenadores portátiles se traduce en una mayor duración de la carga de la batería.

Sin saltos
En los ordenadores portátiles que incorporan un SSD, otra de las grandes ventajas es que estos tienen una gran tolerancia a vibraciones o a pequeños golpes, con lo que nos ahorramos el peligro de dañar los cabezales como solía pasar con los discos duros convencionales.

¿Para qué necesito un SSD?
Hay diversas situaciones en las que un disco SSD es la opción más recomendable a la hora de ampliar tu Mac. Por ejemplo, si tienes un iMac o un MacBook de hace algunos años sabrás que la capacidad de ampliación de memoria RAM está limitada en función de la máquina que tengas. Con lo cual, si ya has ampliado la memoria RAM hasta el máximo soportado por tu máquina y notas que esta va algo lenta, un SSD hará que tengas la sensación de estrenar Mac. Sí, incluso con modelos de 2008 y anteriores.

Otro de los aspectos donde más vas a notar el cambio a un SSD es si tienes instalado el sistema operativo en el SSD. Encender el Mac será cuestión de segundos. Además, los sistemas operativos de Apple no suelen ocupar demasiadas GB, con lo que un disco SSD de 128GB puede ser más que suficiente para tener instalado el sistema operativo y las aplicaciones que más uses.

Evidentemente existen discos SSD de más capacidad, incluso ya los hay con capacidades de Teras y sus precios han bajado mucho respecto a cuando hicieron su aparición.

¿Qué SSD necesito?
Dejando de lado los aspectos técnicos (tipo de conexión SATA y demás), la oferta de discos SSD ha ido aumentando con los años. Encontramos ahora discos SSD internos, discos SSD externos con conexión USB 3.0 y discos SSD externos con conexión Thunderbolt 2.

El rendimiento dependerá, obviamente, del tipo de conexión que escojas, siendo siempre recomendable instalar el disco SSD dentro del ordenador.

¿Puedo aprovechar el disco duro de mi Mac?
Evidentemente. Puedes usarlo como disco duro externo o, la opción más recomendable, usarlo como segundo disco interno. Así pues, a la hora de ampliar tu Mac te recomendamos instalar el disco SSD como unidad con el sistema operativo y dejar disco duro mecánico como segunda unidad interna para almacenamiento de datos. Para ello tienes unos kits de ampliación diseñados para cada modelo de Mac.

Incluso existe una opción muy interesante que lanzó Apple hace unos años llamada Fusion Drive, de la cuál hablaremos en un próximo artículo.

¿Sigues teniendo alguna duda? Escríbenos, llámanos, haznos tu consulta, estaremos encantados en dar respuesta a tus dudas.

Y si ya estás convencid@ sólo te queda escoger el disco SSD adecuado para tu ordenador. Aquí encontrarás un extenso tutorial sobre cómo escoger un disco SSD.

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